La exposición de obras de Vik Muniz que alberga estos días el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga es una ocasión formidable para reencontrarnos con la sorpresa y la imaginación. Estas dos cualidades, que tanto están escaseando últimamente en los ámbitos económico, político, e incluso social, resultan aún posibles. Vik Muniz las logra registrando en fotografías una obra tan prodigiosa como perecedera, para la que utiliza los materiales más impensables. Su capacidad de combinación no sólo nos proporciona uno de los ratos más sugerentes de la temporada, también nos devuelve la fe en la capacidad de búsqueda y renovación del hombre.

Si a la obra de Muniz unimos la instalación Am I a house? de Erwin Wurm, la visita se convierte además en un juego de alto nivel. Ironía, humor negro y diversión en un espacio en que, ahora sí, podrá sentir que las paredes de la casa se le echan encima.

Hay que agradecer al CAC propuestas como esta. Nosotros, que procuramos no perder puntada, la aprovechamos para organizar una actividad en el taller de pintura para niños: