Gerald Durrell:

Vivir en Corfú era como vivir en medio de la más desaforada y disparatada ópera cómica.

 

A las puertas de unas fechas volcadas en la infancia y la familia continúo mis recomendaciones literarias para el programa de radio Málaga en la Onda, 2ª edición, de Mercedes Lara (Onda Cero) con otra novela iniciática: Mi familia y otros animales, de Gerald Durrell.

Esta obra, publicada en 1956, está llena de un sentido del humor muy saludable y de la pasión por la vida que nos transmite el niño protagonista, Gerry, quien no es otro que el propio autor. Los Durrell (instigados por Larry, el hermano mayor) deciden escapar del clima inglés y establecer su residencia en Corfú, una isla a la que aún le faltaban muchos años para convertirse en el desmán turístico que es hoy y donde las casas no tenían cuarto de baño porque para esas necesidades, según los lugareños, ya estaba el mar.

En este territorio, más salvaje que su Inglaterra natal, el entusiasmo que impulsa a Gerry a investigar el mundo le llevará a colocar su lupa de naturalista sobre todo bicho viviente que pisa la isla, incluidos su madre, hermanos y él mismo. Gracias a este retrato familiar también conoceremos de cerca al joven Larry, o Lawrence, el hermano mayor que más tarde se convertiría en un referente de la literatura mundial con obras tan destacables como El cuarteto de Alejandría.

 

Fragmento de Mi familia y otros animales, de Gerald Durrell:

Al abrir el equipaje para la inspección de aduana, el contenido de nuestras maletas revelaba fielmente el carácter e intereses de cada uno. Así, el equipaje de Margo contenía una multitud de vestimentas diáfanas, tres libros sobre adelgazamiento y un ejército de frasquitos con diversos elixires contra el acné. La maleta de Leslie encerraba un par de jerseys de cuello vuelto y unos pantalones arrollados alrededor de dos revólveres, una pistola de aire comprimido, un libro titulado Sea su propio armero y un botellón de aceite que se salía. Larry iba acompañado de dos baúles de libros y una cartera que contenía su ropa. El equipaje de Mamá se dividía sensatamente en ropa por un lado y diversos volúmenes de cocina y jardinería por otro. Yo viajaba sólo con aquellos artículos que juzgaba necesarios para aliviar el tedio de un largo viaje: cuatro libros de historia natural, un cazamariposas, un perro y un tarro de mermelada lleno de orugas, todas ellas en inminente peligro de volverse crisálidas. Así, plenamente equipados según nuestros criterios, abandonamos las viscosas costas de Inglaterra.

 

En el siguiente vídeo (en inglés) se recogen los primeros diez minutos de la película que hizo la BBC de esta novela. En ella veremos a Larry (Lawrence Durrell) irrumpir en la habitación donde su familia está penando por el mal clima, para reclamarles que es agosto, que necesitan la luz del sol y que deberían irse a Corfú, adonde viajarán para establecer su nueva residencia:

Reseña en el periódico El Mundo de una de las reediciones de esta obra