¿Y tú qué quieres ser de mayor? Todos hemos respondido a esta pregunta con la inocencia propia de la edad. Sacábamos pecho y decíamos: astronauta, futbolista, cantante… Nuestra imaginación no conocía límites, y si ahora seguimos imaginando se debe, en gran parte, a que la infancia supo fomentar la creatividad en nosotros.

La creatividad es una aptitud (y una actitud) que todos poseemos aunque la hayamos reprimido. Nos ayuda a producir ideas, desarrolla nuestro pensamiento abstracto y facilita las elecciones y la resolución de problemas. Fomentar la creatividad en los niños incrementa su sensibilidad, les hace más flexibles, estimula su capacidad cognitiva, tanto en la síntesis como en la concreción, y facilita la coherencia organizativa.

El arte juega un papel importante en este aprendizaje infantil ya que contribuye a desarrollar destrezas sociales y de comunicación, además de reforzar la autoestima. Y el dibujo es una de las actividades artísticas de la que más disfrutan los niños. Es conveniente fomentarla a muy temprana edad, cuando asimilan fácilmente cualquier tipo de conocimiento. Para ello es aconsejable seguir algunas pautas:

Proponle juego, no obligación

Tienen que sentirse libres para crear, por eso es importante que no les acotemos acerca de qué dibujar. El objetivo es que experimenten, exploren y tomen sus propias decisiones. Solo esa independencia les hará sentirse seguros de sí mismos.

Supervisa pero evita cualquier intromisión

Los niños tienen una visión particular del mundo que, generalmente, no coincide con la de los adultos. Caer en el error de «arreglar” sus dibujos sería tratar de llevarles a un terreno que no les corresponde y coartaría su forma de expresarse. Buscamos fomentar la creatividad, el resultado no es tan importante en esta fase. Si queremos interactuar con ellos durante el proceso creativo bastará con preguntarles qué están dibujando y animarles a compartir sus ideas con nosotros.

Pon a su alcance todo tipo de materiales

Esto facilitará su capacidad de expresión. Ceras, acuarelas, rotuladores, temperas, pintura acrílica, plastilina, barro, lana, etc. La mezcla de elementos les permitirá realizar experimentos que incrementarán su aprendizaje.

Permite la equivocación

Los niños carecen de ese miedo del adulto a fallar, que es un temor aprendido. Si dejas que cometan errores, ellos mismos buscarán posibles soluciones a los problemas que se les planteen.

Exhibe sus obras de arte

Refuerza su autoestima elogiando sus trabajos y mostrándoselos a los demás. Les hará sentirse competentes, seguros de sí mismos y resueltos a seguir avanzando en su descubrimiento del mundo.

Descubre maneras de fomentar la creatividad

Busca propuestas artísticas apropiadas para su nivel. Son muchos los museos que cuentan con visitas y actividades específicas para niños. Otra magnífica opción para fomentar su creatividad puede ser un taller de pintura. Allí podrán trabajar con diferentes soportes, descubrirán técnicas pictóricas, asimilarán los conceptos fundamentales del arte y entenderán, a través del juego y la interacción con otros niños, que la pintura es una forma de divertirse, de expresar sus emociones, observar el mundo y aprender.