La utilidad de lo inútil, de Nuccio Ordine, es un ensayo sobre la importancia de la cultura, de todos aquellos conocimientos de los que no se obtiene una rentabilidad económica inmediata, pero que nos constituyen como personas y son fundamentales para una visión de la humanidad a medio y largo plazo.

La utilidad de lo inútil es también un manifiesto en defensa de la curiosidad por el saber y el goce genuino que nos concede. El libro está dividido en tres partes que nos aclaran perfectamente sus intenciones:

  1. La útil inutilidad de la Literatura.
  2. La universidad-empresa y los estudiantes-clientes.
  3. Poseer mata.

La obra es de muy grata lectura y nos regala gran cantidad de referencias por las que continuar diversificando nuestros caminos de aprendizaje. En definitiva, un libro que disfrutarás muchísimo.

Nuccio Ordine es profesor de Literatura en la Universidad de Calabria. Además, la edición viene acompañada de un apéndice: el ensayo La utilidad de los conocimientos inútiles, de Abraham Flexner.

La utilidad de lo inútil

Nuccio Ordine

170 páginas.

Publicado en Italia en 2013. En el mismo año en España, por Acantilado. Hay edición de bolsillo.

 

El saber constituye por sí mismo un obstáculo contra el delirio de omnipotencia del dinero y el utilitarismo. Todo puede comprarse, es cierto. Desde los parlamentarios hasta los juicios, desde el poder hasta el éxito: todo tiene un precio. Pero no el conocimiento: el precio que debe pagarse por conocer es de una naturaleza muy distinta. Ni siquiera un cheque en blanco nos permitirá adquirir mecánicamente lo que sólo puede ser fruto de un esfuerzo individual y una inagotable pasión. Nadie, en definitiva, podrá realizar en nuestro lugar el fatigoso recorrido que nos permitirá aprender.

 

[David Foster Wallace] se dirige el 21 de mayo de 2005 a sus estudiantes refiriendo una breve historia que ilustra de manera magistral el papel y la función de la cultura:

Había una vez dos peces jóvenes que iban nadando y se encontraron por casualidad con un pez más viejo que nadaba en dirección contraria; el pez más viejo los saludó con la cabeza y les dijo: «Buenos días, chicos. ¿Cómo está el agua?». Los dos peces jóvenes siguieron nadando un trecho; por fin uno de ellos miró al otro y le dijo: «¿Qué demonios es el agua?».

El mismo autor nos brinda la clave de lectura de su relato:

El sentido inmediato de la historia de los peces no es más que el hecho de que las realidades más obvias, ubicuas e importantes son a menudo las que más cuesta ver y las más difíciles de explicar.

Enlaces:

Entrevista a Nuccio Ordine en Página 2, donde hace afirmaciones como las siguientes:

Nuestra clase política escribe muchos libros, pero lee muy pocos.

Un escritor que persigue el éxito está condenado al fracaso.