El Sr. Iñaqui Urdangarín, aquel que logró colarse en la casa real y está acusado de prevaricación, malversación, fraude, falsedad y blanqueo de capitales, debe dos trimestres de su hipoteca. La mitad de esa casa de 5’8 millones de euros forma parte de la fianza civil exigida por el juez, la otra es de su inocente esposa que no sabía nada de lo que estaba ocurriendo, ni se preguntaba de dónde salía el dinero con el que se pagaba dicha propiedad.
Pero esta persona conserva su casa y el banco le ha aplazado la hipoteca 4 años porque, según palabras de su abogado, es difícil que pueda pagarla sin empleo.
El duque de Palma está buscando trabajo mientras el Ayuntamiento de Palma le ha pedido que deje de usar el título de duque.
A continuación podríamos exhibir un listado interminable de las familias que han sido puestas en la calle sin miramientos, en ocasiones por dos duros.