El pueblo guiando a la Libertad

Los periodos vacacionales son fechas idóneas para introducir cambios drásticos. La gente está más dispersa y menos beligerante. El revuelo se mitiga y, después de las fiestas, ya es tarde para actuar. Ellos lo saben bien. No nos confundamos: son sinvergüenzas, no estúpidos. Después de aprobar la privatización de la gestión sanitaria en Madrid, que se extienda es solo cuestión de tiempo.

Lo siguiente es la reforma del Sistema Educativo. Son ellos los que lo llaman reforma, yo lo llamo expolio.

Estas son las medidas más graves que se han adoptado en nuestro país en las tres últimas décadas. Ahora solo nos queda una pregunta: ¿Qué vamos a hacer?

Podríamos emular a Islandia o, si reprimiesen la acción ciudadana pacífica, quizá tengamos que volver la vista más atrás. La Francia del siglo XVIII sería un buen ejemplo.

Un comentario en «El pueblo guiando a la Libertad»

  1. Lo cierto es que las evocaciones a la Bastilla son cada vez más frecuentes en las conversaciones en torno a la crisis y sus consecuencias sociales. Aunque, como decía Krahe, en España somos más del castizo garrote vil que de la chic guillotina francesa.

Los comentarios están cerrados.