Desigual
Tuve una vez una amiga que abominaba del feminismo. Con eclecticismo ejemplar, trazaba el retrato de las aborrecibles feministas reuniendo en él la estética varonil de las lesbianas de cráneo rapado con la escandalosa ética de las progres promiscuas, aficionadas a la planificación familiar por la vía del aborto-exprés. Licenciosas y amorales machorras, en definitiva. Dejamos de tratarnos cuando me empeñé en desenredarle la maraña mental que le habían fabricado [...]