A sorbos cortos

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Con las bragas en la mano

2017-03-13T18:53:11+01:00Por |

Salva presume de bíceps abultados y tableta abdominal. Últimamente ha descubierto las bondades de la depilación. Ya no lleva los pantalones caídos ni deja que asomen sus calzoncillos, como hace un par de años, cuando era moda vestirlos casi a la altura de las rodillas, informándonos puntualmente del modelo y estampado de la ropa interior. Ahora, con la piel convenientemente tostada, prefiere los bermudas que dibujan el contorno rotundo de [...]

Volverás a Rincón

2017-03-13T18:53:11+01:00Por |

En todo regreso la mirada entabla un combate desigual con la memoria. La sorpresa siguiente no siempre es celebración del reencuentro. Sucede igual cuando descubrimos las transformaciones que ha imprimido el tiempo en la fisonomía de los amigos a los que perdimos de vista en alguna desviación de la vida: en el deslustre de su piel vislumbramos el de la nuestra, advertimos nuestra caducidad al contemplar el rastro de lo [...]

Disparates

2017-03-13T18:53:11+01:00Por |

Un amigo guasón me propuso hace unos días recoger las ocurrencias de mis alumnos en una nueva antología del disparate. Me resisto: una no es rencorosa y olvida fácilmente las barbaridades que lee mientras corrige exámenes. Además, esta profesión obliga al respeto hacia el alumno: no está bien aprovecharse de su ignorancia para brillar en una reunión de adultos sapientísimos haciendo reír al personal con una retahíla de disparates. Son [...]

No me lo perdono

2017-03-13T18:53:12+01:00Por |

Cada año, para la celebración del Día del Libro, leo con mis alumnos el Elogio de la lectura de José Antonio Marina. En los últimos párrafos me gusta ralentizar la velocidad de la lectura con el propósito de subrayar su mensaje: “La calidad de la democracia también depende de la lectura. Lo primero que hacen los dictadores es censurarla, prohibirla o, al menos, disuadir de ella, porque saben muy bien [...]

Desigual

2015-04-05T10:32:34+01:00Por |

Tuve una vez una amiga que abominaba del feminismo. Con eclecticismo ejemplar, trazaba el retrato de las aborrecibles feministas reuniendo en él la estética varonil de las lesbianas de cráneo rapado con la escandalosa ética de las progres promiscuas, aficionadas a la planificación familiar por la vía del aborto-exprés. Licenciosas y amorales machorras, en definitiva. Dejamos de tratarnos cuando me empeñé en desenredarle la maraña mental que le habían fabricado [...]

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