La Navidad deja su rastro. Al firme propósito de no volver a comer nunca más se suma siempre algún regalo que no se ajusta a nuestros gustos y que, pasadas las fiestas, cambiamos por algo que nos parezca más útil o atractivo. Las aglomeraciones en los establecimientos de venta, que además se encuentran en plena campaña de rebajas, hacen que acudir a la tienda de turno, ticket en mano, pueda resultar tedioso o prácticamente imposible. Sin embargo, los alemanes ya cuentan con una alternativa. La empresa de máquinas de vending Hugendubel y la prestigiosa librería Bastei Lübbe se han asociado en un proyecto que permite intercambiar regalos no deseados por libros, y, para mayor comodidad, hacerlo en lugares públicos y a cualquier hora. La iniciativa resulta atractiva en sí misma, pero además cuenta con un valor añadido, ya que los promotores de esta atípica máquina han querido darle al proyecto un carácter benéfico. Los regalos recogidos por esta vía se repartirán entre los sectores más desfavorecidos de la población.
La mecánica es sencilla: introduces el obsequio en el dispensador, seleccionas el libro deseado entre la amplia oferta de la que dispone y, en unos segundos, se realiza el intercambio. Por el momento, estas máquinas de vending están preparadas para admitir cualquier tipo de regalo, aunque imaginamos que existirá algún mecanismo de control para evitar engaños (¿o acaso no es necesario gracias a la honestidad alemana?).

La propuesta de intercambiar regalos no deseados por libros no puede ser más provechosa y aunque, de momento, este envidiable proyecto queda fuera de nuestro alcance, sus creadores no descartan la idea de exportarlo a otros países. Quizá deberíamos incluir esta petición en nuestra próxima carta a los Reyes Magos: fomentar la cultura ayudando a quienes más lo necesitan. Es un fantástico deseo para comenzar cualquier año.

Intercambiar regalos no deseados por libros