Con el objetivo de ampliar la visión de los niños respecto al arte, y no limitarla a la aplicación de colores sobre lienzo o papel, se nos ocurrió tender lazos a la expresión corporal para crear un diálogo que se impregne de más imaginación y creatividad: pintura en movimiento.

La pintura se desplaza con ritmo en la superficie sobre la que se aplica, al igual que la danza y la música respecto al espacio que ocupa o inunda. Por eso hemos unido la ilustración, la música y la interpretación para idear una pintura en movimiento que enriquezca un escenario compartido por autores y personajes inventados.

Pintura en movimiento: El jardín de las delicias

Ampliar la experiencia creativa: Pintura en movimiento

Cada niño crea un dibujo a tamaño natural con el que se siente identificado, inspirándose en la obra El jardín de las delicias, de El Bosco. El conjunto de personajes, instalados en un mural en la sala de teatro, acompaña a los jóvenes pintores en una experiencia de expresión corporal dirigida por Virginia Maldonado, acompañada por Alfonso Millán a cargo de los instrumentos musicales.

Pintura en movimiento: Jardín de las deliciias

Previamente, María Bueno, profesora del taller de pintura, guió y colaboró con los niños en la invención de los personajes, sentando las bases de la interacción con ellos y el posterior trabajo de movimiento.

La elección del cuadro de El Bosco, plagado de figuras con interrelaciones y significados diversos y, en algunos casos, controvertidos (pintura en movimiento en nuestra imaginación), invita a los niños a preguntarse qué tipo de creación desean dibujar. El resultado, con dibujos realizados a partir de idealizaciones propias o inducidas por nuestra sociedad (cuando no remiten abiertamente al autorretrato), ha configurado un mural que se articula entre el juego, la ilusión, la broma y el inmenso manantial de esperanza en el ser humano que transmiten los niños y que, a los adultos, nos invita a recuperar la fe en nuestros semejantes.

Pintura en movimiento: El jardín de las delicias

En otras experiencias de indagación en la pintura en movimiento, se ha utilizado la cualidad líquida de este material para, con apoyo de un vídeo, conseguir traspasar la condición estática de la creación pictórica (aunque el resultado no vaya más allá de un efecto caleidoscópico):

Tall painting

Por supuesto, no faltan las recreaciones animadas de obras de autores reconocidos:

Van Gogh shadow

Aunque, desde Paréntesis, queremos manifestar nuestra devoción por el trabajo que realiza Bill Viola, tal vez el mejor representante de una auténtica pintura en movimiento:

Bill Viola

Entre los futuros objetivos que nos hemos marcado en este diálogo entre la pintura y el movimiento, encontramos importante aumentar la interacción entre las dos formas de expresión elegidas para acercarnos a la representación de un lienzo vivo. Dicho de otra forma, experimentar con esa conjunción de pinturas y personas para llegar a construir un cuadro o fragmento de vida.

Pintura en movimiento: El jardín de las deliciias