1ª Sugerencia
La actividad literaria comienza en la imaginación. La idea nos sorprende como algo ajeno y propio a la vez; irrumpe en y desde nosotros sin atender a protocolos. En vez de aguardar a que estemos sentados ante un escritorio, aparece mientras bajamos del autobús o en el instante más solemne de un entierro. Es un fogonazo indiscreto y vívido como un sueño, pero como este, se olvida pronto si no la anotamos; una acción muy simple que, por desgracia, no [...]