Tuvimos un encuentro muy divertido y didáctico en Fnac. Rafael Caumel explicó mediante ejemplos algunos de los defectos más comunes al escribir:
- Ausencia de concreción
- Puntos de vista desviados
- Desajustes de tono
- Falta de ritmo
- Ego del autor (textos inseguros, pretenciosos o/y narcisistas)
Tras la exposición, los asistentes reprodujeron estos problemas modificando un hermoso microrrelato de Enrique Anderson Imbert hasta dejarlo hecho un Cristo.
La lectura de estos crímenes literarios fue hilarante.
La lectura de estos crímenes literarios fue hilarante.
Agradezco a todos los asistentes el ánimo juguetón que demostraron. Fue su participación la que propició que pasáramos una tarde amable, con momentos que no olvidaré; sobre todo, las rebuscadas ocurrencias que improvisaron en apenas quince minutos. Qué fantástica pandilla de criminales literarios.