Adquirir el hábito de la lectura es construir un refugio contra casi todas las miserias de la vida

William Somerset

En un mundo dominado por la cultura audiovisual, digital e hipervinculada, si le preguntamos a un niño por sus preferencias de ocio, la lectura cerrará la lista, en el mejor de los casos, después de la televisión, la consola de videojuegos o el ordenador.

Los libros nos permiten conocer otros mundos, vivir otras vidas, emocionarnos, reír, llorar, pensar. En definitiva, crecer, porque a través de la lectura adquirimos conocimientos, ampliamos nuestro vocabulario y comprensión del mundo, potenciamos la imaginación y favorecemos nuestro desarrollo afectivo y psicológico.

¿Qué hacer para que los niños adquieran el hábito de la lectura?

Es fundamental estimular su interés por la lectura desde muy pequeños. Incluso antes de que aprendan a leer, los niños pueden familiarizarse con los libros, tocarlos, jugar con ellos. Si adelantamos esa primera toma de contacto, cuando comiencen su etapa escolar verán los libros como algo interesante y divertido que no relacionarán exclusivamente con el estudio y la escuela. El objetivo es que lean por iniciativa propia, sin obligarlos en ningún momento. El verbo leer no soporta el imperativo.

Podemos facilitarles libros adecuados a su edad o dejar que los escojan en función de sus gustos y aficiones. Comentarlos con ellos, asegurarnos de que entienden su contenido, aclarar sus dudas, convertir la lectura en algo cotidiano y familiar.

Las bibliotecas son el lugar idóneo para dejarnos asesorar. Suelen contar con espacios específicos orientados a fomentar el hábito de la lectura en los niños. Visitar periódicamente la biblioteca con nuestros hijos puede resultar muy beneficioso. Allí podrán buscar sus libros favoritos, aprender a colocarlos, devolverlos, investigar.

Un Taller de Escritura Creativa también es una provechosa opción extraescolar para promover su gusto por la literatura y desarrollar la comprensión lectora, la creatividad, la concentración y su capacidad de trabajo en equipo. Interactuando con otros niños, a través del juego, desarrollarán estas capacidades de manera más rápida y efectiva.

Existen muchas fórmulas para fomentar el hábito de la lectura en nuestros hijos, pero sin duda una de las más efectivas es predicar con el ejemplo. Si nos ven leer, probablemente quieran imitarnos, acompañándonos en esta aventura de la ficción que, citando a Fernando Savater, nos constituye como humanos.