Loca por morir

Mamá tiene razón cuando me dice
que la loca está muerta.
Cuando sus dedos limpian los trocitos
de un labio cortado,
cuando disimula y miente a papá.
El ataúd regalado es una monada,
espera en la habitación a que le haga caso,
se muere por llevarme lejos,
por ejemplo, a París.
Nunca estuve allí, en ese cementerio
dicen que hay comida, que penetran
por los cipreses cantos de jilgueros
y que la noche es eterna
sin luz para los muertos.
Mamá tiene razón cuando me dice
que la muerte está en mi cama.