A quien piense que una exposición de arte sólo puede ser algo serio o aburrido, le recomiendo que no deje de asistir a alguna inauguración, y si para ello necesita acreditarse como colaborador de un medio de comunicación, que haga como nosotros: fundar un periódico.

La muestra Jack Freak Pictures, de Gilbert & George puede ser calificada de lo que se quiera, pero esta pareja de jóvenes artistas de 67 años no son ni serios ni aburridos. Si acaso, como les ocurre a todos los jovencitos, tienden al exceso y se consideran el centro de su vida (esto es irreprochable) y obra, erigiéndose a sí mismos en su propia patria, religión y chiste, proponiendo una exposición de cuadros que sólo se permitiría un par de hombres inmaduros, al estilo del personaje de Landero, que ya no tienen nada que perder. Gilbert y George están contentos de ir cada mañana a su estudio y decir con sus creaciones lo que les da la gana. Y, como dice Gilbert, encima les pagan.
Como viene siendo costumbre en una exposición de arte moderno, todo el mundo hablaba del “atrevimiento” de los artistas aunque, por supuesto, “no se llevarían ninguno de aquellos cuadros a casa”. Es falso. Entre la profusa acumulación de vidrieras góticas cargadas de símbolos británicos y religiosos de esta muestra —si somos capaces de no dejarnos abrumar por el conjunto—, hay alguna obra que seguro nos dice algo, y en cualquier caso, poner uno de esos cuadros en casa (que rondan los 2’5 metros de alto por 4 de ancho), sería un sueño para cualquiera; eso significaría que se es propietario de un palacio, y no el arrendatario de un pisito de mierda.
Hay que agradecerle al Centro de Arte Contemporáneo de Málaga los esfuerzos que está realizando por llevar a esta ciudad las propuestas artísticas más sugerentes del panorama nacional e internacional.
Anécdotas:
1- El director del museo dice en su discurso: “…ellos empezaron a torcer algunos tópicos de la ideología de su sociedad, rompiendo los tabúes de un país tan conservador como el suyo”. En la mesa sólo sonreía el director del British Council, (entidad que ha colaborado en el traslado de la muestra). Fue el único que debió de reparar en que, poco más de un mes más tarde, las calles de la ciudad se llenarían de crucificados, virgenes dolorosas y de los pies llenos de ampollas de muchos miles de penitentes.
2- Toda presentación tiene su reportero Gustavo. En ésta, un periodista de un medio digital polaco se dirigió a los artistas en inglés. Durante los dos minutos que duró su exposición/pregunta, G. y G. lo miraron con la misma cara de estupor impasible que muestran en sus cuadros. Al terminar (“sorry?”), se dirigieron a la traductora para que, por favor, les allanase el inglés de aquel señor. El polaco se impacienta y abrevia su pregunta:
—“Why Málaga?”
—Hemos venido porque se nos ha llamado.
—Un periodista ha sugerido que cuando terminasen su recorrido tendrían que contemplar el suicidio.
—Esa pregunta normalmente nos la hacen en Alemania.
—“Why Germany?”
A este punto, no sólo Gilbert y George se preguntaban: “Why you?”
3- Tampoco falta el entendido a estas citas. Disfruten su intervención:
—Hace poco más de un año estuvieron ustedes en La Huerta de San Vicente y se metieron en la cama de Lorca. ¿Qué les parece que, siguiendo precisamente las indicaciones de un hispanista británico, hayan intentado buscar el cuerpo de Lorca sin encontrarlo? (El director del museo cierra el turno de preguntas.)

Hay más anécdotas, pero no debería terminar este artículo sin trasladar la sugerencia de Gilbert:
—El acceso al arte contemporáneo es muy difícil, no es lo mismo que el acceso universal que tienen los deportes. Difundan esto. Es nuestra primera exposición en Málaga y quizás sea la última.