Hace unos días, la prensa local hablaba de un cambio significativo en la Feria del Libro de Málaga, que se celebra del 29 de abril al 8 de mayo. La nueva directiva anunciaba su intención de internacionalizar el evento. La presencia de Italia como país invitado formaba parte de lo que se calificaba como un ambicioso proyecto de renovación. Un proyecto sin el respaldo final de unas instituciones que, lejos de apoyar la iniciativa, han congelado el presupuesto. La que pretendía ser la edición del cambio se enfrenta además a la intención de la Junta de Andalucía de cobrar el próximo año por el uso del espacio, convirtiéndolo con este gesto en un auténtico Palmeral de las Sorpresas. La directiva del evento espera con escepticismo un incremento presupuestario para 2017 que permita cubrir al menos ese nuevo gasto, ya que quieren repetir en esta nueva ubicación que, desde hace cuatro años, ha conseguido aumentar notablemente el público y las ventas.

Cervantes y el público juvenil, los dos ejes de la Feria del Libro de Málaga 2016

Así las cosas, la cuadragésimo sexta edición de la Feria del Libro de Málaga ha tenido que renunciar a muchas de sus expectativas iniciales y reestructurar su programa centrándose en dos ejes: la conmemoración del IV centenario de la muerte de Miguel de Cervantes y el público juvenil. La nueva edición contará con 25 casetas de libreros y editores. Fnac cubrirá la vacante de la Casa del Libro y el espacio Iniciarte será el escenario de conferencias y charlas con escritores. El 3 de mayo, la poesía tendrá una jornada específica en la que participarán autores como Vicente Gallego, Luis García Montero, Juan Bello o Xavier Guillén, y Antonio Gómez Yebra presentará las obras completas de Salvador Rueda. Cervantes estará presente en la Feria del Libro de Málaga a través de la exposición de Idígoras, Quijote en Málaga, un teatro de marionetas y un mapa interactivo de más de 200 metros cuadrados, y el lector juvenil disfrutará de talleres de improvisación teatral, una conferencia sobre la historia de la literatura coreana o una jornada dedicada al cómic. Todo sea por acercarlos al papel.

Parece que la escasez de medios no ha impedido que esta nueva edición de la Feria del Libro de Málaga se articule con un programa de actividades. Sin embargo, la falta de apoyo institucional a uno de los sectores culturales más castigados por la crisis es descorazonadora.