Microtextos
Revolución Estaba cansado de no salir de casa, de vivir con miedo, y me sorprendió el deseo de ver mundo, así que fui a una plaza concurrida para relacionarme con otras personas. —¡Oiga, bilgueit! ¿Quién le ató esa bandera al cuello? —¿Está usted bien, pollo? ¿No tiene calor con tanta ropa? —¡Tú, bacalao! ¿Sabes que te clavaron un anzuelo en la barbilla? —¿A qué tanta queja? ¡No trabajes más, mastodonte, que eres tonto! —Pero bueno, popeye, ¿quién te pintó los [...]